Sergey Barskov

Dzerzhinsk, Rusia, 1958

Graduado en Arquitectura, Arte y Teatro, muy pronto participó en arte urbano y republicano de Rusia. Aunque se formó en Europa del Este, viajó por todo el continente y realizó largas estancias en nuestro país. Es un artista hechizado por el Mediterráneo, y Barcelona aloja en diversas fundaciones gran parte de su trabajo, caracterizado por paisajes urbanos de gran delicadeza y minuciosidad que inmortalizan los rascacielos, el puerto y las vías de comunicación más emblemáticas de la Ciudad Condal.

 Serguei Barskov es un pintor que se inició en su pais, en el oriente de Europa, pero que pronto comprendió que sus horizontes eran mucho más amplios, y se trasladó a Alemania, Francia, Inglaterra y Finlandia, antes de recalar en España, donde sigue haciendo una carrera brillante, que ya comenzó en sus primeras exposiciones de Paris o Londres

Supo ver en los grandes de la pintura española una buena fuente para dibujo y su pintura, su color y su luz.

Sergei Barskov es un pintor realista, un paisajista generalmente de temas urbanos, y un importante artista del color, calidades que le han sido reconocidas desde hace años. El amor a la arquitectura de las ciudades posiblemente le viene de su propia profesión, ya que nuestro artista de hoy se licenció en Arquitectura en la facultad de su ciudad natal, Nizhnyi-Novgorod. Dada su consolidación como artista en nuestras tierras, y sus largas estancias entre nosotros, podemos considerar a esta artista ruso como un pintor catalán, si no de nacimiento, si de afecto por los temas y la gran cantidad de su obra que podemos contemplar en la fundación del Banco de Sabadell, en la de la Autoridad Portuaria de Barcelona y en la colección privada de Juan A. Samaranch.

Pero tampoco ha renunciado a la tradición de la pintura rusa de antes de la revolución, de la que no sabemos si él, en su modestia, se considera heredero. Pero por nuestra parte creemos que sí lo es. Pero no solo eso. Cuando vemos los cuadros venecianos de Barskov, en los que el detalle de los edificios llega al máximo no podemos dejar de pensar en sus ilustres antecesores en este terreno, sobre todo en el “Canaletto”, salvando las distancias de tiempo y de los modelos, o en el británico Turner, que hizo de aquella ciudad su modelo preferido. Barskow escoge palacios generalmente y puentes , casas de vecindad, aguas y góndolas, consiguiendo siempre un colorido, unos contraluces y unos reflejos en el agua de los canales muy difíciles de superar. En éste, el color de las aguas y el de los cielos nubosos son también los que convierten en realidad su pintura. Decimos realista, pero nunca hipe realista, porque nuestro artista siempre deja un rinconcito para la imaginación.

El gran amor y la gran atracción que siente por Barcelona, sobre todo por la actual, la que siguió a las Olimpiadas, fecha señalada para la ciudad y para su puerto, para los rascacielos y nuevas vías, inmortalizadas para siempre en los cuadros de este artista del pincel y de los detalles. Por cierto, también ha recorrido en algunas ocasiones tierras tarraconenses, aunque en este caso haya preferido los pueblos y sus pequeñas ermitas, siempre con unos colores peculiares, ni demasiado vivos ni de tonos apagados Además de un excelente artista de los pinceles y un enamorado del paisaje urbano, es un gran trabajador, al que sin duda, como diría otro famoso de las bellas artes, cuando la inspiración llegue, lo mejor es que te encuentre trabajando.